Epitafio
Pediré la llave, abriré la puerta,
romperé el sello y partiré...
no me esperen porque el frío,
tiernamente, abrazará mis huesos;
y dormiré...
Observaré carteles titilantes
ofreciendo curas falaces
al orbe triste, cual ganado
hambriento.
Existir y No–existir.
Eterna espera.
Ansiando redención,
eximición de mí condena,
de las penurias que en mi alma habitan.
Me enfrentaré otra vez (inútilmente)
ante la parca humillante,
ante mi maligna esencia;
y como es de esperar, quizás pierda,
como siempre...
Viajaré con los pájaros del tiempo
hacia la tierra del olvido.
Comeré del fruto prohibido,
y me bañaré en la fuente del bien y del mal.
Me alzaré como un fénix sin alas,
y llegaré al país desconocido de la
paz...
Tomaré la llave... abriré la puerta...
renunciando a este mundo.
Beberé del agua de la vida...
y me recostaré a descansar.
Antonio Alejandro Galland