Me gusta Tucumán en primavera,cuando se viste de lapachos florecidos,
y un viento tibio a renacer invita,
—remontando de nuevo— adormecidos sueños.
Por eso espero esas tardes en setiembre,
donde arremolinadas hojas cubren la tierra,
y dan la señal que mi instinto espera,
para tomar tu mano por debajo de la mesa.
Mirarte en silencio, disfrutar tu sonrisa,
—insinuante y traviesa— que mi corazón agita,
detener el tiempo, los dos, tras las ventanas,
inventar un universo infinito y nuevo bajo las sabanas.
Anhelo —después—, perderme en tu mirada,
contemplarte en calma sin que importe nada,
hacer nuestras las tardes, y como las hojas,
que los suspiros corran de mis labios a tu boca.
Antonio Alejandro Galland
31-Agosto-2015 17:28
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